-
Arquitectos: Chauriye Stäger Arquitectos
- Área: 8198 m²
- Año: 2018
-
Fotografías:Pablo Casals Aguirre
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Museo Ferroviario Pablo Neruda, se emplaza en el edificio de la antigua Casa de Máquinas de Temuco. La construcción de la Casa de Máquinas se inicia en 1929, y se termina en dos etapas entre 1933 y 1941. En este lugar se reparaban las locomotoras a vapor. En la década de los ochenta comienza un decaimiento del sistema ferroviario lo que derivó en un abandono total del edificio y sus dependencias. La municipalidad de Temuco logra rescatar el edificio , aún dañado por el paso del tiempo, la humedad constante y los terremotos, transformándolo en el Museo Ferroviario Pablo Neruda
El edificio y las locomotoras que contiene son declaradas Monumento Nacional, iniciándose un largo período de reparaciones. El último terremoto que sacudió Chile en 2010 dejó el edificio inhabitable, fracturando la vieja estructura de hormigón ya debilitada por la humedad. Se inicia un proyecto completo de puesta en valor del patrimonio, pero con el desafío de dar un nuevo uso al edificio, albergando no sólo el museo si no también otras funciones culturales como festivales de música, danza o teatro.
La Casa de Máquinas es un edificio circular de 100 metros de diámetro, con una capacidad para albergar 34 locomotoras en su interior. Tiene una tornamesa giratoria de 27 metros de diámetro que permite acomodar las máquinas. El desafío consistía en restaurar la vieja estructura y además cubrir el enorme vacío central para evitar las inclemencias del tiempo y transformar el lugar en un verdadero polo cultural para la región.
El sistema estructural escogido es el de una cúpula metálica exenta de la estructura original, cubierta con una doble capa de tela especial de PVC. La tensoestructura presenta enromes ventajas de peso, liviandad y paso de la luz al interior del museo. Además la doble capa asegura un colchón térmico que protegerá de las grandes variaciones térmicas tanto en invierno como en verano. El rescate patrimonial incluye un levantamiento detallado de daños y la reparación de la estructura con fibras de carbono.
Se incorporan además ocho muros de hormigón como refuerzo estructural dinámico además de una serie de puntales metálicos que han sido pintados de blanco al igual que la cúpula para diferenciarse de las estructuras originales del edificio. Los muros perimetrales, originalmente de ladrillo fueron vaciados en el último terremoto, por lo que fueron reemplazados por paneles con chapa de acero cortén al igual que las grandes puertas metálicas diseñadas para dejar pasar las máquinas. El acero cortén se utiliza como material – memoria que incorpora el tiempo y el recuerdo del óxido y el olvido de una época dorada de los trenes en Chile.